La iniciativa obtuvo 64 votos a favor y 29 en contra, superando el mínimo necesario.
El proyecto contempla la muerte asistida para mayores de edad con enfermedades terminales o dolores insoportables.
Su entrada en vigor dependerá de la ratificación del Senado, prevista antes de fin de año.
En la madrugada de este miércoles, la Cámara de Diputados de Uruguay aprobó un proyecto de ley que legaliza la eutanasia, lo que podría convertir al país en el tercero de América Latina en permitir la muerte asistida, junto con Colombia y Ecuador. La votación en Montevideo cerró con 64 votos a favor y 29 en contra, superando el mínimo requerido de 50 sobre un total de 99 escaños.
La iniciativa, debatida durante más de cinco horas, establece un marco legal para garantizar “el derecho de las personas a transcurrir dignamente el proceso de morir, en las circunstancias que ellas determinen”. El texto aprobado señala que la medida busca ofrecer una muerte “indolora, apacible y respetuosa” a quienes lo soliciten y cumplan con los requisitos.
El proyecto habilita el acceso al procedimiento para personas mayores de edad, con capacidad psíquica plena, que estén atravesando la etapa terminal de una enfermedad incurable e irreversible o sufran dolores insoportables. La solicitud deberá ser avalada por al menos dos profesionales de la salud. Además, la norma restringe el acceso a ciudadanos uruguayos o extranjeros con residencia acreditada.
“El debate sobre la muerte asistida no es nuevo, pero esta vez la sociedad y el Parlamento han avanzado en reconocerlo como un derecho”, expresó el diputado del Frente Amplio Luis Enrique Gallo, uno de los impulsores de la propuesta. “Cada uno tiene el mismo derecho a elegir su muerte que elegir su vida”, agregó.
En la región, Colombia cuenta con un marco regulatorio consolidado para la eutanasia desde 1997, mientras que Ecuador despenalizó la práctica en 2023, aunque aún no se ha implementado. Uruguay, por su parte, reconoce desde 2013 el derecho de los pacientes terminales a rechazar tratamientos que prolonguen la vida, pero mantiene la eutanasia y el suicidio asistido tipificados como “homicidio piadoso” en el Código Penal.
El texto aprobado es resultado de un trabajo legislativo iniciado por el Frente Amplio a comienzos de 2025, con respaldo de sectores opositores. La Comisión de Salud de la cámara baja había dado su aval en julio. Para que la ley entre en vigor, deberá ser ratificada por el Senado, donde el oficialismo cuenta con mayoría. Según legisladores, el objetivo es someterla a votación antes de que finalice el año.
De acuerdo con una encuesta de Factum realizada en 2022, el 77% de la población uruguaya se manifestó a favor de la legalización de la eutanasia en determinadas circunstancias, lo que, sumado a la mayoría parlamentaria, incrementa las posibilidades de que la medida sea aprobada definitivamente en los próximos meses.