Las medidas, impulsadas en especial por el Ministerio de Economía y el de Salud bajo la coordinación del flamante Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, apuntan a achicar la planta gubernamental y eliminar burocracia. Sectores como Transporte, Agricultura e Industria encabezan la lista de áreas a modificar.
El objetivo del Ejecutivo es profundizar la estrategia de «Estado chico»: recortes de personal en organismos públicos, eliminación de estructuras superfluas y rediseño del entorno jurídico para facilitar inversiones y reducir la intervención estatal en la economía.
La Casa Rosada considera que los nuevos decretos son un paso decisivo en su proyecto de reformas estructurales. La próxima firma presidencial marcará el inicio del segundo impulso a una transformación que empezó a implementarse desde sus primeros días en el poder.