Desde hace ocho años, entre la verde selva y la brisa
del río Uruguay, con muy buenos resultados se desarrollan las plantas de café,
que llegaron casi de casualidad y hoy promete potenciar las chacras misioneras
y mejorar considerablemente la rentabilidad del productor. Con el aporte de
inversores marroquíes, el proyecto productivo tiene como meta sumar a diez mil
productores.
Hasta la fecha son más de 5 mil los interesados entre
los cuales se distribuirán 3 millones de plantines. La expectativa esta puesta
exportar el 70% de la producción.
Marcos Dos Santos es quien experimentó en su chacra
ubicada en el kilómetro 16 de la ruta 15, en El Soberbio, con las primeras
plantas de café traídas desde Brasil, para comprobar si el clima de esta región
puede ser compatible con la actividad. Luego de que algunas variedades no
resistieron a la helada, con el respaldo de inversores que conoció en San
Paulo, Brasil, logró incorporar de manera efectiva variedades de café arábica y
el café arara. Hoy sólo en El Soberbio cuenta con ocho hectáreas en plena
producción.
Parece increíble que las ganas de un vecino de plantar
nuevas especies árboles en su chacra, haya sido el puntapié inicial de pensar
en el café como una alternativa rentable para diversificar las chacras.
“Hace ochos un vecino, Elio Kevedo, trajo unas
plantitas de café de Brasil para plantar en su chacra. Crecieron bien,
produjeron y fue cuando pensé en que podía resultar como una opción para
reapuntalar el agro”, contó a El Territorio Marcos Dos Santos,
que encamina su propia empresa exportadora El Patrón del Café.
A medida que la idea tomaba forma, tuvo la oportunidad
de conocer a un exportador de café de Marruecos, quien se mostró muy interesado
en invertir en la producción. Como se trata de algo novedoso, Dos Santos
realizó capacitaciones en Brasil relacionados al proceso del cultivo de café
desde la plantación, cosecha, secado hasta la exportación.
“No tenía conocimientos sobre el tema, estudié mucho,
aprendí y hoy quiero que los demás productores puedan conocer sobre el café, el
negocio, la renta y ver crecer este proyecto”, señaló.
Desafíos
Durante el proceso, fue necesario buscar alternativas
para sortear dos principales desafíos de cultivar café en Misiones. Uno de
ellos es la sensibilidad de las plantas a las bajas temperaturas; y el segundo,
el exceso de humedad, de días de lluvia a la semana o al mes, cuando se
necesita clima estable y seco por varios días si se quiere secar los granos al
sol, es decir de manera natural.
“Algunas plantas murieron con la helada, entonces
optamos por traer una variedad nueva, que fue modificada genéticamente, y esa
sí, tanto la arábica como la arara, si bien le afecta un poquito una helada muy
fuerte, en zonas bajas resiste muy bien”, explicó sobre la solución a uno de
los inconvenientes.
Más complejo fue ver la manera de cosechar sin que la
lluvia eche a perder la zafra. “Para secar el café de manera natural,
necesitarías tener más de cuatro días de sol, eso es imposible saber acá en
Misiones. Y si llega a llover cuando los granos atraviesan el proceso de
secado, perdés todo”, dijo y se refirió entonces a la alternativa del secado.
“En un principio vamos a comprar el grano al productor
y lo vamos a pasar por el proceso de despulpado, que es sacarle la cáscara y la
pulpa exterior, eso lo haremos con una máquina diseñada para tal fin, y le
pagamos al productor”, detalló sobre el proceso y contó sobre el ambicioso
proyecto de sacar una propia marca de café: “Si logramos buena producción,
queremos construir una industria en la que poder secar y moler el café, con
capacidad de procesar miles de toneladas. Es un mercado garantizado. Genera
mucha inversión financiera sola que vale la pena”.
El productor adelantó que pretende que el 30% de la
producción se comercialice en la zona y el 70% restante se exporte.
El cultivo y la suculenta ganancia
Similar a la yerba mate, el café es una planta
perenne. Comienza a producir frutos a partir de los tres años, necesita sol y
estar libre de malezas y se trasplanta a partir de agosto.
“Acá no será muy difícil que el colono le agarre la
mano, ya que es parecido a plantar yerba. Se hacen líneos de 2,5 metros de
ancho y se planta a cada 80 centímetros. El trabajo los primeros años es
manual, hay que mantener limpio”, dijo el productor.
De acuerdo a la experiencia previa, el rendimiento por
planta ronda entre 3 y 10 kilogramos de grano por planta: “Tuve plantas de
hasta 12 kilos de grano. A los productores le comento que lo mínimo son tres
kilos por planta y en base a ese kilaje le hacemos una simulación de cuál será
la ganancia”.
Una de las particularidades que observó el productor
es que en la zona Alto Paraná misionero las plantas han mostrado mejor
desarrollo y adaptación que en la zona del Alto Uruguay, teniendo en cuenta que
tiene plantaciones en Siete Estrellas (San Pedro), San Antonio, Andresito, Apóstoles,
que son de su propiedad.
“En Andresito, San Antonio y para el lado de Piray
Miní vi que vinieron mejor las plantas. Creo que se debe al suelo que tiene
tosca en esa zona y es una de las características que tiene que tener el suelo
para que la planta funcione mejor”, argumentó.
La cosecha se realiza entre junio y julio mayormente.
“Los primeros años se cosecha a mano porque las plantas son todavía sensibles,
se rompen fácil. Después ya se puede mecanizar con cosechadoras, lo que lo
torna una actividad sin demasiado esfuerzo físico”, comentó Dos Santos.
La parte más interesante, en tiempos cuando el tabaco
y la yerba mate se han desvalorizado, tiene que ver con la rentabilidad, que es
manejada en dólares; con la diferencia de que el valor del café cotiza en el
mercado comercial y se debe respetar dicho valor.
“Hablamos de un producto que cotiza en bolsa, en estos
días está entre 11 y 12 dólares el kilo para el colono, es decir que si produce
3 kilos por planta, puede sacar 50 mil dólares por hectárea. El valor agregado
es procesarlo”, manifestó el productor. El kilo de café procesado está por
sobre los 30 dólares.
En la última zafra, Dos Santos cosechó un container y
lo comercializó, pero en lugar de exportarlo, decidieron que se utilice para la
producción de plantines en vivero por considerarla una variedad muy buena para
esta zona.
Este factor debe ser uno de los motivos del enorme
interés de los productores. “Tengo a 6 mil productores anotados en planilla,
tenemos 3 millones de plantines y abono que vamos a repartir entre ellos.
Realicé reuniones por casi toda la provincia”, dijo y con enorme entusiasmo
enfatizó en que “si logramos llegar a 10 mil productores, entregar los
plantines, yo creo que en tres años Misiones va a ser la provincia más rica, quiero
tener el gusto de ver al colono con su camioneta nueva, su chacra armada, su
casa”.
Dos Santos aclaró que se trata de un proyecto privado
que busca innovar las chacras y que hasta el momento no ha presentado ni
autorizado a presentar esta propuesta como proyecto de algún diputado. No
obstante, consideró que ve necesario llegar al gobierno nacional. “Esto es algo
nuestro, que hace ocho años trabajamos acá, nos capacitamos y tenemos a los
inversores. Tengo en mente viajar a Buenos Aires para presentar el proyecto
para que nos acompañen en las cuestiones relacionadas a la exportación que ya
estamos gestionando”, concluyó.
Proyecto legislativo provincial
El diputado provincial Juan José Szychowski presentó
un proyecto en la Cámara de Representantes para crear el ‘Programa de promoción
del cultivo y comercialización del café’ con la finalidad de propiciar el
crecimiento y desarrollo del sector agrícola, la industrialización,
comercialización de productos y subproductos del café.
La idea es incentivar el cultivo de café en
zonas agroecológicamente aptas de la provincia; promover el arraigo rural y la
generación de empleo en el ámbito agrario; impulsar la industrialización y
comercialización del café producido en la provincia; entre otras.
“Diversas localidades como San Pedro, Guaraní, Oberá,
Cainguás, 25 de Mayo, entre otras, reúnen las condiciones de manera natural y
existen experiencias incipientes de productores que cultivan o han cultivado
café de forma artesanal o en pequeñas superficies”, explica la fundamentación
del proyecto. Y apunta a que el cultivo de café puede ofrecer una salida
alternativa o complementaria a la yerba mate, “ya que es compatible con los
sistemas agroforestales”.
Fuente: El Territorio