Este último fin de semana se desarrollo en Bernardo de Irigoyen una trilla
de motos con concentración en el centro comunitario de la localidad, donde hubo
exhibiciones con sonidos de motores y música muy fuerte, desde el sábado por la
noche, pero lo peor se vivió durante la madrugada y amanecer del domingo en
horario que por normativas municipales vigentes no están permitidos los ruidos
molestos, solo que no se cumple con esa normativa y tampoco hay controles, eso
incomodo a muchos vecinos de la zona céntrica de la ciudad y más aun familias
que cuentan con algún integrante con trastorno del espectro
autista (TEA).
En lo cotidiano los padres de chicos autistas deben adaptarse a un montón de situaciones pero muchas veces hay cuestiones externas que no se pueden evitar como el rugir de las motos como se vivió este fin de semana en Bernardo de Irigoyen. La mamá de un niño autista, Carmen Feldman en dialogo con medios provinciales comentó lo que sucede.
"Soy mamá de Pablo, tiene 10 años. Está diagnosticado con autismo desde los 3 años, es una lucha constante día a día. No solo para la familia sino para la sociedad y esa es la parte complicada porque no hay empatía ni respeto en muchísimos aspectos".
Siguiendo esa línea Carmen afirma: "Este tipo de eventos hay que hacer fuera del casco urbano, no dentro de la ciudad. Nadie puede vivir con esto. El tema de las motos con escape libre, que en otras localidades se prohíbe acá es de lunes a lunes las 24 horas del día, hay quejas por las motos, pero nadie nos escucha, tienen que tener un lugar especial para hacer esas cosas".
Por Fabián Acosta con información de Radio Activa y Red Ciudadana