Para la familia de Gonzalo Peralta (19) todavía no hay consuelo ni palabras de aliento que atenúen el malestar por su fallecimiento, consecuencia de un siniestro vial en el que estarían involucrados dos agentes de la policía de Eldorado -uno de ellos ya fue apartado de la fuerza-. El episodio ocurrió el último domingo por la madrugada en el kilómetro 9 y, de acuerdo a testigos y a lo que denunció su padre Marcelo en una comisaría de la Unidad Regional III, “Gonzalo murió en una persecución: el patrullero le pasó por arriba”.
Los allegados del joven changarín no tenían margen para evitar el fatal desenlace. Es que, a consecuencia de la colisión, Peralta perdió la vida en el ingreso al Samic de Eldorado.
Sin embargo, lo que más indigna a la fecha es que una primera versión de los hechos habría intentado desligar de las consecuencias a los agentes a bordo del móvil policial. Las cámaras de seguridad y los testimonios de los amigos de Gonzalo que manejaban junto a él esa madrugada no dieron lugar a la duda: las imágenes -siguiendo la descripción del padre del chico- muestran cómo el patrullero giró en U hacia la avenida San Martín para perseguir a los motociclistas.
Por este caso hay dos agentes investigados: uno de ellos quedó detenido y apartado de la fuerza provincial. Mientras tanto, allegados a Gonzalo exigen justicia y su padre denunció por homicidio culposo a los sindicados automovilistas que lo habrían hecho chocar contra una camioneta y luego embestido sobre la cinta asfáltica.
“No hay consuelo, él hace dos meses que se había ido a Eldorado a cuidar a una familiar que tiene diabetes y me lo devolvieron en una caja”, lamentó el hombre a El Territorio.
Maniobra violenta
Marcelo reconstruyó los últimos movimientos de su hijo, en base a lo que sus amigos lograron contarle una vez repuestos del shock del fatal siniestro. “Mi hijo después de trabajar el sábado a la noche cenó con sus hermanitos y después salió con los amigos, cada uno en su moto y él manejaba una moto que ni siquiera era suya. Iban a buscar una burguer pizza y cuando volvían a la casa, un patrullero se iba y ese mismo patrullero dio vueltas en U y le empezó a seguir a los tres en la moto”.
No había controles de seguridad vial ni de alcoholemia. La persecución policial se habría dado “sin motivos, no había nada. El mismo jefe de la UR me dijo que esa noche no había control”, recalcó Peralta.
El padre reconoció: “No sé si mi hijo venía acelerando o rápido, pero tampoco se merece que lo aplasten así”. La violencia habría comenzado a lo largo del trayecto por la San Martín. “Un amigo de mi hijo, el ‘Tin’, contó que manejaba una moto chica y que (los policías) le cierran y le pegan, y él cae. El otro muchacho logró zafar y se fue. Ahí se ensañan con mi hijo”, denunció.
En medio de la persecución, Gonzalo habría intentado esquivarlos manejando hacia la derecha, cuando impactó contra una camioneta Amarok estacionada, cayendo con dureza a la calle. Pero allí “el patrullero venía a contramano y le pasaron por arriba. Sin sirena, sin nada, sin luz, y hay videos de eso”, reprochó Marcelo dividido entre la angustia y la desesperación por falta de respuestas.
Primera versión
Peralta se enteró de lo sucedido por su hijo mayor, mientras estaba en su vivienda en Oberá: “Papi, le chocaron a Gonzalo, vamos”, recordó. De inmediato, tomaron prestado el auto de una de las tías de la víctima y se dirigieron a Eldorado pero, a pocos kilómetros de empezar el viaje, ya se había confirmado el fallecimiento del joven.
“No sé cómo llegué a Eldorado, pero llegué y ya estaba la Policía con los papeles y el acta de defunción. Me dijeron que ya podía retirar a mi hijo, pero yo quería una explicación”, valoró Marcelo.
La primera versión oficial apuntó a que Gonzalo “se pegó un palo con una Amarok estacionada y falleció”, sin mencionar la persecución policial. Pero, para él, algo no cuadraba y la información sobre lo ocurrido llegó pronto a la familia: “A mi hijo le empiezan a llegar mensajes de que a Gonzalo lo pasaron por arriba, y ahí me fui a la Unidad Regional a hacer la denuncia, porque la Policía mató a mi hijo”, acusó con dolor.
Bastaron pocos minutos y conversaciones para que el mismo comisario Mauricio Benítez que lo atendió reconociera que había dos agentes implicados en el siniestro. “Me dijo que sí, que hay videos y testigos, y que lamentablemente fue así como estaban diciendo, que el patrullero dicen que no lo vio y le pasó por encima a mi hijo”, añadió.
“No es un delincuente”
Lejos de quedarse con esa versión, Marcelo abrió una causa en el Juzgado de Instrucción Uno de esa localidad y pretende que el caso llegue a últimas instancias para esclarecer lo sucedido y tener, al menos algo, de reparación por la muerte de su hijo. “Fue una persecución, los mismos compañeros de Gonzalo dijeron que fue culpa del patrullero que les venía persiguiendo”, resaltó el hombre.
“Mi hijo no es un delincuente, nunca estuvo preso. Lo trataron como que robó un banco por cómo le venían persiguiendo. No tuvieron consideración”, sintió Peralta. En esa línea, valoró la atención recibida en la comisaría y advirtió buena predisposición en continuar la investigación: “No sé si son todos corruptos, pero esos oficiales mataron a mi hijo y quiero que haya justicia. Yo sé que no me devuelven a mi hijo, pero no quiero que le pase a otro chico”.
Para Marcelo, no hay cómo medir el malestar: “Pedí a Dios que me dé fuerza para seguir sin mi hijo. Él todos los días me decía ‘pa, cuidate, pa, ¿cómo estás?’. Y al final él me dejó y se fue antes que yo. Hace dos meses que le mandé a Eldorado y me lo mataron, me lo trajeron en un cajón”.
Sus seres queridos despidieron sus restos en una colonia en Campo Ramón, donde se crió junto a sus hermanos. Todavía se siente la tristeza y hay incógnitas sin resolver.
En ese escenario, la familia de Gonzalo sostiene el pedido de justicia y espera una pronta sentencia para los responsables.
Con información de El Territorio